Desde siempre los postres han tendio un sentido maravilloso, mágico y lleno de ilusión para los niños. Inclusive muchos adultos no pueden pasar el día sin probar algún delicioso dulce. De hecho, los postres se han convertido en un complemento ideal en toda gastronomía.
El origen de estos azucarados alimentos se remonta a tiempos inmemoriables, pero uno de los postres más solicitados y con historia es el chocolate, cuyo origen fue en América, donde era consumido por los indígenas aztecas. Los españoles al probar el "chocolat", que es como le llamaban al chocolate los aztecas, quedaron gratamente sorprendido y lo llevaron a Europa donde fue procesado y transformado en el tradicional chocolate que conocemos hoy día.
Otro postre de histroia conocida son los helados. Se sabe que antiguamente se recogía nieve de las montañas y se endulzaban con miel, siendo este uno de los más cotizados postres, sobre todo en temporadas con mucho calor. Muchos reyes y monarcas eran verdaderos adictos a este postre, al extremo que aquellos que eran asignados a la tarea de recoger la nieve eran severamente castigados si su preciosa carga llegaba a derretirse. Hoy día, existen gran variedad de tipos de helados que satisfacen el gusto de todos los consumidores.
La existencia de los postres se encuentra marcada por una enorme variedad de tipos y estilos. Se puede escoger postres que no son más que simples golosinas como el algodón de azucar y los caramelos, hasta aquellos que son verdaderos alimentos como es el caso de las tortas y de los quesillos.
En esta sección daremos a conocer una serie recetas que nos permitirán elaborar estos deliciosos componentes de la gastronomía.
**TIRAMUSÚ.
**TIRAMUSÚ.
es un postre frío de cuchara que se monta en capas. No existe una receta única de elaboración, sino variantes a partir de una serie de ingredientes base que pueden ser representados por distintos productos.
El tiramisú es un postre moderno, no tradicional. Tiene su origen en la parte Este del Norte de Italia, en la región del Véneto (cuya capital es Venecia) y en los años cincuenta. Algunas fuentes concretan en los burdeles de la región su localización exacta de creación. Arturo Filippini, presidente de la cadena de restaurantes Toulá, ha admitido: “Había sido efectivamente después de la guerra cuando nos íbamos con amigos a los burdeles de Treviso.., en esos tiempos tenían también cocinero... La maîtresse, a los clientes aficionados (pero también a las mujeres) les ofrecía un dulce diciendo con cortesía estas palabras emblemáticas: Anda, toma cariño, que te doy una cosa que "te tira su"Ingredientes:
- Medio vaso de azúcar
- 24 bizcochos blandos o vainillas, o simplemente bizcochuelo
- 100 gramos de cacao puro en polvo
- 1 taza de café caliente
- 3 huevos
- 1 chorrito de licor amaretto, aunque también queda bien con anís
- 300g de nata líquida (35% mat. grasa)
- 250g de queso mascarpone o, en su defecto, queso blanco para untar
Preparación
- Echar la mitad del azúcar en la nata líquida y batirla hasta que quede muy compacta. Enfriarla, y se recomienda en un recipiente metálico.
- Separar las claras y las yemas de los huevos
- Batir las claras a punto de nieve. Unas gotas de limon no estaría nada mal.
- Mezclar despacio, por otro lado, el queso mascarpone y las yemas de huevo, añadiendo el resto del azúcar. Recomendación importante: no utlizar la batidora.
- Cuando el queso y las yemas estén mezclados juntar con la nata fría previamente preparada y las claras a punto de nieve y mezclar todo bien, pero despacio.
- En el café caliente disolver un tercio del chocolate en polvo y echar el licor.
- Mojar muy ligeramente los bizcochos o vainillas en el café sin dejar que se empapen y disponer la mitad de ellas cubriendo el fondo de una fuente.
- Echar la mitad de la mezcla sobre los bizcochos cubriéndolos uniformemente.
- Poner una nueva capa de bizcochos mojados ligeramente sobre la mezcla.
- Echar el resto de la mezcla sobre la segunda capa de bizcochos
- Espolvorear bien el chocolate en polvo sobre la mezcla
- Dejar reposar al menos 6 horas, aunque preferiblemente, para que los bizcochos tomen el sabor, se recomiendan 24 horas.